Sesión de pareja en Plentzia
“Pull me close and let me hold you in, give me the deeper understanding of who I am”
¡Hola a todo el mundo! Bienvenidos, una vez más, a nuestro pequeño rincón. Tomad asiento y disfrutad de esta nueva historia protagonizada por dos de las personas más audaces que hemos tenido la suerte de conocer.
Esta nueva entrada es doblemente especial porque no solamente inaugura la sección Young Love, un punto de inflexión en nuestra carrera como fotógrafos de boda, si no que también cuenta la historia de Olatz y Urko, una de las más abrumadoras que hemos contado hasta la fecha. Todos aquellos que seguís nuestro periplo por aquí sabéis de sobra que nuestro trabajo se limitaba principalmente al de fotógrafos de boda en Bilbao y Donosti, pero ahora mismo nos encontramos en un proceso de regeneración en el que no solamente estamos dando espacio a las bodas propiamente dichas, sino también a todas aquellas historias de amor que merezcan ser contadas, aquí y a 10.0000km de distancia. Es una manera de alcanzar nuestro sueño de convertirnos en eso que ahora llaman: Destination Wedding Photographer in Spain.
Olatz y Urko se enamoraron por primera vez hace muchos años, fue intenso como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura y como una tempestad de arena que sepulta las ruinas de una antigua civilización a orillas de un rio. Es un amor glorioso, monumental, que ha desafiado, hasta ahora, las leyes gravitacionales y los surcos del azar. Una historia que, como muchas otras tantas, ha sufrido un impasse, pero solamente para volver más fortalecida y consolidada que nunca. Ahora Olatz está atravesando una dura enfermedad, de esas que recuerdan lo visceral que puede llegar a ser la vida, y es justamente cuando Urko decidió romper ese impasse, volver a su lado y enamorarse una vez más.
Cuando les entregamos estas fotografías, les pedimos, por favor, que las atesorasen como un talismán, como un farol que consiga disipar la oscura niebla que se cierne sobre ellos en este momento tan despiadado. Fueron tomadas en la fase inicial de la enfermedad de Olatz y queremos que constituyan un recordatorio de cómo son ellos, una fuerza primigenia imparable y llena de esperanza. Queremos que, durante los momentos más desesperanzadores, puedan reconocerse en estas imágenes y empezar a emprender la bajada después de alcanzar el zenit. Nos sentimos enormemente agradecidos porque son este tipo de historias las que dan sentido a nuestro trabajo y, sin nos lo permitís, a nuestra vida. Como dijo en una ocasión el psiquiatra Viktor Frankl: “La vida es la búsqueda de sentidos en un mundo lleno de absurdos.” Nosotros nos tomamos la licencia de completar esta frase con otra de Nietzsche que reza lo siguiente: “Quien tiene un para qué vivir, encontrará casi siempre el cómo”. Que este tipo de lecciones nos ayuden a no perder de vista el verdadero sentido de la vida y que nos alienten a dejar de lado lo más superfluo de nuestra existencia.
Sólo deciros una cosa: me he emocionado. Disfrutar de estas fotos tan bellas mientras escuchaba la música ha sido brutal. GRACIAS.